DESCUBRA EL PASAJE PAN

10 de agosto de 2024

            En la peatonal Córdoba 954 de Rosario hay un lugar misterioso y mágico formalmente llamado Galería del Pasaje, pero que popularmente se lo conoce como Pasaje Pan.

            Se trata, aseguran, de la galería cubierta más antigua de la ciudad: fue fundada en 1899 y el origen del nombre es tan enigmático como el lugar mismo. Se habló -se habla todavía- de un inglés llamado Mister Pan, pero todo indica que perteneció a un comerciante español llamado Andrés Pan, que habitó durante años la planta alta del pasaje.

            La galería une dos de las arterias más importantes del microcentro rosarino: las calles Córdoba -La Peatonal- con Santa Fe, corredor de bancos y entidades financieras, algo así como la City vernácula.

            El estilo arquitectónico es academicista y todavía funciona el tercer ascensor instalado en la ciudad y uno de los únicos que conserva su motor abajo. “A finales de los años ’80 -dice el diario El Mirador Provincial- la dibujante, diseñadora y productora Flor Balestra instaló en el pasaje su taller de arte y local comercial. En 2004 ideó el ciclo Cultura Pasajera, en el que diversos artistas exhibían sus obras. Las muestras realzaron la escena del lugar y el evento se fue transformando en lo que se conoció durante muchos años como Cultura Pan. Aquellos encuentros se realizaron de manera ininterrumpida durante más de 10 años.

“Armé toda una poética alrededor del pasaje, había mucha gente que tenía más antigüedad que yo trabajando ahí y a la que, por motivos diversos, no se le ocurrió armar la historieta, el cuento, la fantasía, acerca del espacio —explica Flor Balestra—. Alimenté la mística, el pasaje está desde hace más de cien años. Pero yo detuve la mirada y me gustó escribir sobre él, dibujarlo, proponerle al lugar algo, que terminó siendo también una propuesta para la ciudad”.

            El café del centro del pasaje es uno de los más visitados de la ciudad y el piano, que nadie sabe quién dejó, es a veces interpretado por quien pasa. Los locales que allí funcionan, como La Asociación rosarina de Esperanto, son tan inusuales como el pasaje mismo y hasta se habla de un fantasma que ronda el lugar.

            Centro de varias muestras artísticas que cada tanto sorprenden a todos, el silencioso pasaje tiene una sorpresa en cada baldosa y es digno de caminarlo.

            No tiene página web, pero sí redes sociales

www.facebook.com/pasajepan