El municipio concretó tareas de puesta en valor y de restauración en el Pasaje Juramento, el Palacio Municipal y la Catedral, que el sábado 25 de octubre fueron presentadas en todo su esplendor.
El núcleo histórico de la ciudad fue renovado y fue puesta en valor en el Pasaje Juramento,el Palacio Municipal y la Catedral, sitios tradicionales y propios de la identidad rosarina que recuperan sus atractivos urbanos para ser aprovechados y disfrutados por rosarinas, rosarinos y visitantes.
El Pasaje Juramento
A partir del sábado 27 de octubre , y después de los trabajos de recuperación y de puesta en valor, quedó habilitado el Pasaje Juramento, un hito de gran relevancia urbana e histórica. En ese sector tan tradicional, que conecta de manera peatonal el Propileo del Monumento Nacional a la Bandera con la plaza 25 de Mayo, se realizaron mejoras muy importantes en la fuente y también sobre las esculturas de Lola Mora, que permitieron recuperar su esplendor artístico.
Además, se retiró el piso anterior de placas de mármol de Carrara, que estaba en un estado muy deteriorado, se ejecutaron carpetas, contrapisos, y se colocó un nuevo piso tipo Dekton Danae, con placas de 1.42 m x 0.71 m, que cuenta con tecnología antideslizante, un material adecuado para el alto tránsito que hay en ese trayecto.
También se reparó y se puso en funcionamiento la emblemática fuente de agua, trabajos que comprendieron retiros de revestimiento de canto rodado, impermeabilizaciones, sellados, carpetas, tareas en el sistema hidráulico, y en la instalación eléctrica.
A su vez, se llevaron adelante trabajos de parquización en el talud lindero al Palacio Municipal. Los arreglos incluyeron la iluminación en ese sector que contará con dispositivos especiales alrededor de las esculturas.
Así, el Pasaje Juramento reabre con una renovación que abarcó una nueva iluminación que permitirá disfrutar, con más seguridad y a toda hora, del emblemático tramo. La intervención incluyó rampas de acceso al pasaje y el arreglo del empedrado histórico de calle Córdoba, que llevó un esfuerzo muy especial y tareas de carácter artesanal.
Las esculturas de Lola Mora, restauradas
Uno de los hitos de la intervención fue la restauración de las diez esculturas monumentales de Lola Mora, que vuelven a ocupar su lugar central en el paisaje del Pasaje Juramento. Talladas en mármol de Carrara, las piezas presentaban un avanzado deterioro producto del paso del tiempo y la acción ambiental.
El trabajo de restauración comprendió la limpieza integral de las obras, eliminación de sales, consolidación estructural, relleno de microfisuras, y aplicación de tratamientos hidrorepelentes para su preservación.
Cada pieza (El Centinela, El Vigía, Fray Gorriti, Mujeres y Niño, Belgrano, El Clarín, Gauchos, Libertad, La Victoria y Madre e hijo) fue intervenida con técnicas específicas que permitieron recuperar su brillo original y su valor artístico.

