Vivir y trabajar en un circo

RESTO DEL MUNDO

 

                                    VIVIR Y TRABAJAR EN UN CIRCO

 

La rosarina Agustina Rostagno cuenta su experiencia en el Circo Internacional Hermanos Fuentes Gasca

 

Ella es bailarina, comenzó desde muy chica y con el incondicional apoyo de su madre en el Koi Ballet, donde hizo danza clásica y más tarde, teatro musical en El Círculo. Pero su formación más potente fue en el Estudio Integral de Danza y Acrobacia de Flavio Mendoza de Rosario.

Bailar es su pasión, la misma que la llevó a recorrer un poquito del mundo o, como ella misma dice: “Mi búsqueda no es encontrar un lugar, es mejor ir encontrando lugares”.

La danza y la expresión corporal llevó a Agustina por diferentes lugares, desde su Rosario natal hasta México y Barcelona. Pero desde hacía varios años nuestra protagonista quería experimentar su vocación en un circo y hace pocos meses salió la oportunidad de trabajar en el cuerpo de baile del Circo Internacional Hermanos Fuentes Gasca, un espectáculo de origen mexicano del siglo XX, que recorre América latina y que actualmente se encuentra en la ciudad de Panamá, desde donde Agustina responde las preguntas para turismoya.ar

TY: ¿Cómo es vivir en forma nómade?

A: Es una forma de salir de lo cómodo, que era vivir en la Argentina y Rosario. Es una mezcla de no reducirse al confort y me parece que hay una cuestión que es generacional y es la de querer probar en otros lugares que no sea el tuyo de nacimiento. Esas son dos cuestiones que hicieron que quisiera investigar el mundo y tratar de no encontrar un solo lugar donde quedarme ni echar raíces, sino ir encontrando lugarcitos. ¿Cómo es vivir así? La respuesta es una sola palabra: austero. A veces uno cree que necesita muchas cosas y al final no necesitás ninguna otra cosa más que ser feliz habitando en uno mismo. Y hasta donde me dé el cuerpo, voy a seguir buscando estos espacios sin quedarme quieta.

TY ¿Qué extrañas de tu ciudad y de tu país?

A: El folklore, la amistad… Los argentinos somos muy afectuosos, el mate, la comida, siempre hay una argentina en el mundo, no se si es generacional o qué, pero al haber tanta comunidad de nuestro país dando vueltas por el mundo es como tener un pedacito de casa en cada lugar. Y con las redes no es tanta la lejanía, se soporta. Aunque no lo creas, el privilegio de haber salido campeones del mundo nos puso en un lugar distinto, también la idiosincrasia nuestra de saber renovarnos, resolver y el reconocimiento internacional por nuestra educación pública, más la disciplina del ensayo, el trabajo, la seriedad con la que nos tomamos las responsabilidades, nos diferencia bastante de otros.

TY ¿Qué aprendiste del mundo del circo que te haga decir no puedo creer que esté haciendo esto?

A: Yo tenía muchas ganas de trabajar en circo y lo bueno que tiene este en particular es que la mayor parte del cuerpo de baile es argentina. Pero lo más lindo de todo es cuando hacemos juntada de entrenamientos y entre nosotros nos vamos nutriendo del arte de todos. Por ejemplo, me puse a aprender manipulación del fuego, literalmente estoy aprendiendo a jugar con fuego y estoy muy enganchada con eso. Es muy linda la vida, porque aprendés que no necesitas nada.

TY: ¿Cómo se siente el cuerpo de baile de un circo con respecto al público?

A: Los cuerpos de baile siempre son los menos aplaudidos porque no somos consideradas artistas, pero la parte buena es lo que te decía antes, que somos casi todas argentinas. Es verdad que no tenemos el mismo reconocimiento que tienen otros integrantes del circo, pero aun así el público nos devuelve parte de esa entrega con el aplauso porque nosotras somos las únicas que estamos en todos los números.

            Como Agustina responde las preguntas entre ensayos y funciones se nota y presiente lo genuino de sus palabras: vienen con un plus de emociones y frases que no queremos dejar de destacar.

  • “A veces uno cree que necesita muchas cosas y al final no necesitas ninguna otra cosa más que ser feliz habitando en uno mismo”.

 

  • “En un principio mi búsqueda era encontrar otro lugar, pero entendí que es mejor ir encontrando lugares”.

 

  • “Nosotros somos nuestro hogar”.

 

En cuanto a su lugar de trabajo, el circo Hermanos Fuentes Gasca tuvo su génesis a partir de una historia de amor. Fue en el siglo XX en la ciudad de México con la unión de dos familias circenses: los Fuentes y los Gasca.

Don Jesús Fuentes Zavalza y Doña María Luisa Gasca, ambos de 17 años, se enamoraron y unieron sus talentos para crear un espectáculo único.